Desde la Plaza de la Iglesia entre otros espacios del Centro Histórico, descubriremos la iglesia de Sant Lluc, una verdadera joya del gótico catalán, donde el equilibrio entre la arquitectura del s.XIV se combina con vistosos ventanales y una magnífica portalada con arquivoltas y fantásticos motivos esculpidos. La sobriedad arquitectónica interior impresionará al visitante con una visita guiada acompañada de instrumentos musicales medievales.